2010-09-03

LA CENSURA SOCIAL ENCADENA EL ARTE


El Arte, igual que cualquier otra acción humana desarrollada en sociedad, corre riesgo permanente de estar atrapado, encerrado, censurado por cadenas que pueden ser impuestas por un colectivo participante de esta sociedad.

¿Porqué?

Precisamente porque vivimos en sociedad y que las diferentes partes de esta misma sociedad a veces chocan entre si por motivos puntuales.

En abril del 2010, saltó una noticia de censura social a una publicidad en Bulgaria (no en Irán o en Afganistán... no, no, en Bulgaria). Recalco el adjetivo "social" porque fue a petición de cierta parte de la sociedad que se retiró el anuncio... Tenía que ver con una publicidad de una famosa revista erótica. Puedes ver el artículo de la noticia clicando AQUÍ si lo deseas. Se trataba sencillamente de una foto de un ojo "vertical" que podía asociarse a la imagen de un sexo de mujer, según como se mire... pero la fuerza de las reacciones de una parte de la sociedad que se sintió ofendida por la imagen ha sido tan fuerte que han tenido que retirarlo.

Esta censura social no sólo se aplica a la publicidad. Se aplica también muchas veces al Arte Contemporáneo en sus obras más provocativas.

Hace poco, surgió una polémica en facebook sobre una foto de Dhikena, una Artista cuyas obras me llegan al alma.

"Nº4 de la serie Préstame Tus Ojos"
Obra de Dhikena
reproducida aquí con su expresa autorización.


Esta foto fue tachada de "vulgar". Se habló de "apología de los pecados, de arte grosero, grotesco, obsceno". Se debatió sobre "los límites de qué se puede o no se puede mostrar". Se argumentó sobre la inter-relación entre el Arte y la Cultura o las diferentes culturas (que no es igual) , sobre el hecho de que la esencia del Arte es la expresión personal de un Artista para que otras personas perciban sensaciones y/o reaccionen con sentimientos. Si eres miembro de facebook y te interesa leer este debate puedes clicar AQUÍ.


La esencia del Arte es provocar en el espectador unas sensaciones (placenteras o no), unos sentimientos (agradables o no). El Artista crea a partir de sus sensaciones, de sus sentimientos pero el espectador es el destinatario del mensaje de la obra. El Artista "provoca" (entre comillas) de esta manera al espectador...

"Una obra que no te dice nada, es eso : nada" según David Guerrero, artista valenciano, en el debate sobre la "Nº4" de Dhikena.

Una provocación intenta llegarte adentro para hacerte reaccionar.

Tu reacción ES la meta de una "provocación", la que el Artista pone en su obra. Puede ser para provocar ternura, sosiego, etc... o reflexión, pensamiento, etc...

Si lo aplicamos al Arte, la meta del artista es buscar TU REACCIÓN a través de las sensaciones y/o de los sentimientos que desata en ti POR MEDIO DE SUS OBRAS.

Puede que tu reacción se materialice en una REFLEXIÓN, una íntima reflexión personal. Y eso siempre es bueno.
Puede que tu reacción desemboque en un DEBATE con otras personas que sienten de otra manera que tú lo haces.


El Arte siempre ha sido fuente de debates... y es bueno que eso ocurra. Una sociedad donde no se debate sobre el Arte es una sociedad donde se censura la Libertad de expresión. Está claro. El debate, si tiene que haberlo, es bueno por naturaleza.

Todo eso.... todo eso es válido sólo si no ha existido en ningún momento, durante el proceso de "fabricación-realización" (que no creación intelectual) de la obra, una voluntad de dañar de cualquier forma a personas. En este caso, en mi opinión, la censura social es justificada. Pero sólo... sólo en estos casos.

Mi conclusión es que debemos quedar siempre en alerta para que la censura social no se convierta en censura de la creación artística. Recalco lo de "siempre" porque... porque nunca se sabe.

No se puede encadenar el Arte. 


No se puede, ni se debe...

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3 comentarios:

  1. El tema de la censura es algo que siempre me ha molestado, especialmente porque siempre va a acompañado de intolerancia y de sobre todo falta de comprensión.
    El artista es el primer censor, cuando estás trabajando en una obra te planteas qué añadir, qué no añadir, y esto se aplica tanto en simples colores como en profundos significados.
    El segundo censor es el observador, que “lee” la obra, y que tiene el derecho de sentirse ofendido o no. Y lo más sencillo es, yo como observador lo he hecho, ignorar esa obra y pasar a la siguiente, nada más, si algo no me gusta no lo miro, es más, muchas veces como he dicho antes es solo falta de comprensión, quizá he ignorado una obra y después he leido sobre ella, he vuelto mis pasos y qué sorpresa descubrir cosas que no había entendido o había pasado por alto... a veces algo tan simple como leer el título de la obra es suficiente explicación como es el caso de esta fotografía que nos ocupa.
    Cuando hay un tercer censor, persona, colectivo... es cuando viene el problema, ese enlace, esa comunicación es anulada, violada, donde un tercero está decidiendo por otros, por lo que esa comunicación entre autor y observador se rompe, quitándole sentido al proceso artístico.

    En el arte una de las técnicas para criticar o posicionarse en contra de algo es precisamente realzarlo, destacarlo, llamar la atención sobre ello, hacer una pseudo apología, con el único fin de hacer a la gente pensar y obligarles a tomar partido.
    Hoy en día hay mil razones sociales, morales, políticas, religiosas, étnicas, etc. etc. para censurar cualquier tipo de obra, se eliminan los desnudos (que ya no el sexo), la sangre, la violencia, las imágenes o palabras explícitas (cuando forman parte del vocabulario de TODOS), y el gran problema es que veo que eso va en aumento, hasta el punto de que a veces tienes que leerte una pequeña tésis para saber cuál es el motivo para haber censurado esta o aquella obra.
    Cuando uno se posiciona, casi por defecto tiende a “molestar” a los que están en otras posiciones, pero siempre he dicho que prefiero a personas con ideas contrarias a las mías que a personas sin ideas en absoluto.

    Por otro lado esta el uso il-legítimo de esa censura, todos sabemos que una censura atrae a los medios, atrae publicidad, con la consecuente fama (de duración indeterminada minutos/días/meses) que eso trae consigo. No voy a juzgar (por eso el guión) si es legítimo o ilegítimo, el arte se comercializa, se vende por lo que no es extraño encontrar técnicas de comercio en su distribución.
    Sin ese bombo de la censura muchas obras habrían sido desconocidas, y quizá en eso es en lo único que apoyo a la censura.
    A mi, por mi parte, me encantaría ese tipo de publicidad gratuita, aunque con el tipo de cosas que hago sería complicado, el censor nº1 aquí trabaja demasiado.

    Por lo demás, creo que he sido claro, no soporto, no admito la censura, si estoy a favor de un aviso, del tipo de las cajetillas de tabaco para evitar problemas y herir sensibilidades, algo parecido a la calificación por edades, o advertencias sobre contenido explícito. Siempre he pensado que no todas las mentes son uniformes (menos mal) y que no todos entenderan cierto tipo de arte (por supuesto me incluyo), pero de ahí a vetar una exposición o retirar una obra... en otros tiempos quizá, ojalá me censuraran el telediario cada día.

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  2. Muy interesante artículo sobre la censura en el blog de La Puerta Escarlata.

    http://blog.lapuertaescarlata.es/2010/10/hablemos-de-censura/

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